Nuestro quinto Reporte de Sostenibilidad se da en un año altamente desafiante, tanto a nivel global como local, y que más que nunca exigió un enfoque riguroso y responsable de nuestro trabajo. Sin duda, el escenario generado por la pandemia de COVID-19 fue lo que determinó el año 2020, pues transformó profundamente la forma de relacionarnos e impactó globalmente a las personas y a la economía. Para Blumar, se trató de un período en el cual logramos demostrar nuestra capacidad de adaptación y flexibilidad, atributos que en medio de la contingencia nos permitieron salir adelante.

Quiero agradecer de forma especial a nuestros colaboradores y contratistas, ya que sin su compromiso y esfuerzo no habríamos logrado mantener la continuidad operacional. En ese marco, la prioridad desde el inicio de esta emergencia sanitaria ha sido la salud y seguridad de las personas, lo cual se expresó en el establecimiento de una serie de protocolos e innovaciones orientadas a evitar los contagios en nuestras instalaciones. Una de las tecnologías que implementamos fue el Corona Tracer, dispositivo de cercanía entregado a nuestros colaboradores que permite, por un lado, identificar los contactos estrechos y, por otro, elaborar estrategias preventivas y planes de mitigación ante positividad de algún caso probable. Blumar fue la primera empresa salmonera y la pionera de la Región del Biobío en ocuparlo. Otras medidas destacadas consideraron la contratación de paramédicos y prevencionistas de riesgo para apoyar la implementación de protocolos para la emergencia, así como la habilitación de una línea telefónica para aclarar dudas de nuestros colaboradores, proveedores y contratistas. Asimismo, extremamos los procedimientos de higienización de la infraestructura, trabajamos en la educación para prevenir el contagio, además de la entrega de insumos de protección e higienización, medición de temperatura en el ingreso a las instalaciones y seguimiento de nuestro personal de salud. Junto con ello, implementamos los traslados de nuestros trabajadores en transporte especialmente contratado para ello y activamos la modalidad de teletrabajo para la planta administrativa y los colaboradores que tuvieran factores de riesgo.

Todo lo anterior fue parte del robusto plan de prevención y mitigación llevado a cabo por la Compañía. La inversión realizada para tal efecto, que tuvo un costo total aproximado de USD7 millones, nos permitió resguardar el empleo y poner el cuidado de las personas en el centro de la operación. Paralelo a las medidas que adoptamos como Compañía para cuidar a nuestros trabajadores, decidimos ser parte activa en las campañas que impulsaron los gremios de la pesca y la salmonicultura. Gracias a esta participación pudimos donar 15 toneladas de jurel y más de 5 toneladas de merluza a 134 ELEAM de las regiones de Maule, Ñuble, Biobío y Araucanía, en el marco del programa Banco de Alimentos del Mar, desarrollado por Asipes. También hemos actuado a través de Comprometidos con El Sur de SalmonChile, iniciativa que permitió fortalecer los centros de salud gracias a la creación de un fondo solidario de casi $2.000 millones, posibilitando la compra de camas clínicas, ambulancias, insumos y elementos de protección personal, entre otros aportes que se tradujeron en buenas noticias para las comunidades.

Al contexto de la emergencia sanitaria, se sumó en junio el hundimiento del centro de cultivo de salmones de Caicura, en la Región de Los Lagos, producto de un inusual y agresivo temporal de viento Puelche. Dada la magnitud del hecho, hemos llevado a cabo un amplio y permanente monitoreo ambiental de las diversas variables en la zona afectada, información que han sido entregada a las autoridades, comunidades vecinas y medios de comunicación. Los reportes que hemos difundido dan cuenta que la biomasa hundida -que representó el 88% de lo que tenía el centro antes del accidente- se está degradando muy lentamente y sin generar daños al medio ambiente.

Nuestra estrategia de negocio tiene en el centro la gestión de la sostenibilidad. Está a tal punto incorporada, que los principales ejecutivos de la Compañía tienen establecidas metas de cumplimiento ESG (que por sus siglas en inglés considera las variables ambiental, social y de gobernanza) dentro de sus objetivos anuales. Alineados con esto, en el segundo semestre de 2020 nos convertimos en la primera empresa de la industria en suscribir un crédito sindicado bajo la modalidad de Sustainability Linked Loan. Así, demostramos y reiteramos una vez más nuestro compromiso con el cumplimiento de metas de sostenibilidad durante toda la vigencia de dicho financiamiento, las que principalmente se orientan a la disminución de la huella de carbono, incremento del uso de fuentes de energías renovables, gestión eficiente de los residuos, reducción en el uso de antibióticos y aumento en la certificación ASC de centros de engorda de salmón.

En tanto, tras un año de gestión, en 2020 fuimos reconocidos por Huella Chile con el Sello de Reducción, en la planta de harina de pescado ubicada en Talcahuano, y nuevamente con los Sellos de Cuantificación de la huella de carbono en todas nuestras instalaciones (plantas de harina de pescado San Vicente, Coronel y Corral, plantas de congelados San Vicente y Rocuant), incorporándose este año Pesquera Bahía Caldera y la planta de procesos de Salmones Blumar en Talcahuano. Todo lo anterior es un reconocimiento a nuestro esfuerzo para disminuir la huella de carbono en nuestras operaciones. De esta forma, vamos a seguir sumando acciones que contribuyan al cuidado del medio ambiente, minimizando nuestro impacto en el entorno.

Por otra parte, en junio de 2020 se puso en marcha la planta de procesamiento Entrevientos, operación conjunta con Multiexport, la que significó una inversión total de USD60 millones. Se trata de la unidad de procesamiento de salmón más moderna de Chile, que incorpora la última tecnología en procesamiento y que exhibe una capacidad de proceso de 50 mil toneladas de materia prima por año, las que se transforman en productos de valor agregado. En la actualidad, da trabajo a más de 400 personas en la Región de Magallanes.

En Blumar contamos con una estrategia de relacionamiento comunitario que tiene los siguientes focos: Relacionamiento, Puertas abiertas, Desarrollo local, Educación y capacitación y Aportes. No obstante, considerando los efectos de la pandemia, entre ellos las limitaciones de desplazamiento y de aforo, modificamos la forma de relacionarnos con nuestras comunidades. Para mantener la cercanía, establecimos mesas de trabajo tripartitas online, capacitaciones por vía digital y continuamos con aportes a escuelas y organizaciones sociales para apoyarlas en aspectos prioritarios para ellas.