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Inspecciones robóticas revelan que el módulo hundido no se ha desplazado y que la biomasa se mantiene encapsulada

  • Las exploraciones con el robot submarino ROV fueron realizadas por expertos entre los días 3 y 7 de agosto.  
  • Las imágenes captadas muestran que las jaulas, hundidas a 295 metros de profundidad, siguen en el mismo lugar, y que la biomasa está confinada dentro de las estructuras y redes peceras. 

 

 Puerto Montt, 12 de agosto de 2020. Exploraciones robóticas en el fondo del mar está realizando Salmones Blumar para constatar el estado de la infraestructura y de la biomasa que se encuentra al interior de las jaulas y redes peceras hundidas a 295 metros. De esta manera, está dando cumplimiento a otra de las medidas urgentes y transitorias que le ha exigido la autoridad.

 

En el marco de las múltiples tareas que está realizando la compañía en la zona del hundimiento, figuran un importante despliegue humano y tecnológico, así como la realización de diferentes estudios para monitorear el comportamiento del medio marino. 

 

Uno de estos informes es el de Verificación del Estado de las Estructuras y Biomasa presente en el fondo marino, el cual debe ser reportado semanalmente. Para su elaboración, la compañía contrató a una empresa externa para, a través del robot submarino ROV, monitorear semanalmente la posición del módulo y el estado de los peces que se encuentran al interior de las jaulas. 

 

La primera exploración, realizada por especialistas entre los días 3 y 7 de agosto, captó imágenes que permiten concluir que, a la fecha, el módulo no se ha desplazado y se encuentra en el mismo lugar desde el día de su hundimiento, lo que se puede constatar gracias a la georreferenciación de las jaulas. Asimismo, las imágenes y los análisis también muestran que la estructura está en buenas condiciones.

 

En lo que respecta a la biomasa, los expertos constataron que ésta se encuentra encapsulada dentro de la estructura y las redes peceras en el mismo lugar. 

 

Otro hallazgo hecho por los expertos muestra que no se detectó presencia de burbujas de gases emanados por la materia orgánica ni rastros visibles de contaminantes provenientes de la estructura en el fondo marino.

 

Martín León, encargado de Asuntos Corporativos de la compañía, indica que estos hallazgos son un primer indicio de cómo se están comportando la biomasa y las estructuras en el fondo marino. “A la fecha, la estructura permanece inmóvil en el mismo punto donde se encontró tras su hundimiento, y la biomasa está encapsulada dentro de las estructuras y redes peceras”, explica. Y agrega que “las exploraciones periódicas con robots submarinos de gran tecnología así como los diferentes estudios marinos que estamos realizando con científicos, nos permiten tener un monitoreo constante y serio sobre la interacción del módulo y la biomasa con el medio marino”. 

 

 

Primera campaña del Plan de Monitoreo Integral  

 

La compañía también puso en marcha el Plan de Monitoreo Integral aprobado por la Armada, tras instalar el set de correntómetros y dispositivos de medición continua, que permitirán el monitoreo de una extensa zona del Seno de Reloncaví. Esto permitió que durante los días viernes, sábado y domingo pasados los científicos encargados de esa labor comenzaran a realizar la primera de las 11 campañas oceanográficas comprometidas, en la que se midieron variables y se tomaron muestras para determinar 22 parámetros físicos, químicos y biológicos desde la superficie hasta el fondo marino en diferentes puntos del Seno de Reloncaví. Las muestras tomadas están siendo analizadas por laboratorios certificados y en cuanto el primer informe esté terminado, será entregado a la autoridad.

 

El Plan de Monitoreo Integral contempla ocho estaciones de monitoreo y cuatro de control. Las muestras permiten hacer un análisis cuantitativo de fitoplancton así como medir el carbono orgánico total y parcial, el nitrógeno total, nitrato, nitrito y fosfato, entre otros. También se analiza el fondo marino, desde donde se extraen sedimentos, y se investiga la macrofauna bentónica y la presencia de carroñeros. Y en paralelo, también se observa el comportamiento de aves y lobos marinos. 

 

Al respecto, Martín León explica que “este Plan de Monitoreo Integral, que ya está en marcha, es un trabajo multidisciplinario riguroso y serio, no exento de dificultades climáticas y problemas en terreno que son complejos de resolver, pero será de gran importancia para conocer, con datos concretos y objetivos, qué está ocurriendo en el fondo marino y cómo se comporta el ecosistema”.